COCIDO MADRILEÑO

Acrílico sobre lienzo 70X60

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Cocido madrileño

Casi una Liturgia los sábados en las casas, 
la receta desde la tatarabuela lleva en la familia. 
Un solo olor puede evocar la máxima sensación de experiencias 
¡Qué afianzado Arte fugaz es vivir la gastronomía! 
"Cocido Madrileño", en la Literatura desde el siglo de Oro, 
se asienta en las mesas en el s.XVIII. 
Cultura y tradición. 
Y tú, eras más de Paella los domingos??
Panizo

He ambientado este cuadro en el MAdrid del s.XVIII, con mi versión de la plaza Mayor, la plaza de la Villa, las Majas y los Majos,corte del Rey Felipe V, hubo un gran cambio de costumbres, comenzó el gusto por cuidar el cuerpo, en todos los aspectos, por lo bello, por la juventud, por las modas extranjerizantes, el laicismo, el afán por viajar y conocer otras culturas. El amor al conocimiento. La razón por encima de cualquier dogmatismo…

El Cocido madrileño

shorturl.at/ceowP  tiene su origen en la olla podrida que proviene a su vez de la adafina (tapar), que era una judía que se preparaba los viernes para comer el sábado y así respetar el Sabbat, un origen humilde llegó a convivir con las clases pudientes en las tabernas populares y restaurantes de postín.

Cocido Madrileño

Igredientes del cocido Madrileño
Ingredientes del Cocido madrileño

Los ingredientes de este guiso siguen siendo sencillos: garbanzo, carne (de cerdo, vaca y gallina), tocino, patata y algún vegetal, como el repollo, la zanahoria y el cardo. La elaboración es simple, pero uno de sus secretos está sin duda en que tiene que hacerse de forma reposada. La forma más primitiva de hacerlo “sugiere” que se deje a fuego lento toda la noche en una olla de barro.

Pinto Garbanzos cayendo en la sopa de los charcos de los soportales de la Plaza Mayor

El garbanzo es el ingrediente estrella, y en Madrid se tiene especial preferencia por el de Fuentesaúco. Este se tiene que añadir a la olla justo en el momento en que el agua rompa a hervir; pero antes tiene que haberse remojado en salmuera entre 10 o 12 horas para que se cueza mejor.

Llegó a convivir a la vez en tabernas populares y en restaurantes de postín. Uno de los más lujosos de la época, el Lardhy, comenzó a servirlo allá por 1890, y aún no ha dejado de hacerlo.

Otro restaurante centenario de la ciudad, el famoso La Bola, lo servía en 1870 en sus tres versiones: el de mediodía, que también era el más económico, por 1’15 pesetas; el de la una de la tarde por 1’25 pesetas, el preferido de los estudiantes, al que se le añadía gallina; y el de las dos de la tarde, con carne y tocino, que hacía las delicias de periodistas y senadores.

maja madrileña
Majo madrileño

Las majas y los majos Nacieron como un movimiento castizo español contra los petimetres y sus usos y costumbres afrancesados, sus cortejos, sus modas tomadas de figurines de París. Odiaban las formas afrancesadas, era una reinvención de la patria española pero folklórica y romántica. Este movimiento nació en los barrios entonces periféricos de Madrid: Lavapiés, Maravillas, Barquillo… En un principio, los petimetres iban a verlos bailar el fandango y las seguidillas, que eran bailes de los majos, finalizado el siglo algunos petimetres y aristócratas participaban en esas fiestas..

En definitiva, plato imprescindible y reconstituyente en la cocina mediterránea que ya no diferencia clases. A ganarnos el garbanzo!!

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