Acrílico en elipse sobre tapiz antiguo de rosas de los años 40.
«Estos días azules y este sol de la infancia»-Antonio Machado.
Este verso, escrito en un pedazo de papel arrugado, metido en un bolsillo de un abrigo gastado, es probablemente lo último que escribió don Antonio Machado. Lo encontró su hermano José , Francia, cuando recogía sus cosas de la pensión. Eran los días fríos de febrero en 1939. Hace ahora ochenta años.
Siempre me ha gustado mucho Antonio Machado y estos versos me impulsaron a Inspirarme en mi cuadro.
La nostalgia nos lleva a menudo a nuestra niñez, “nos vemos más refugiados y protegidos contra cualquier daño”, queridos incondicionalmente por nuestra familia, libres, sin preocupaciones. reforzando la idea de que la vida tiene sentido y significado, al poner en perspectiva experiencias de nuestro pasado tan enriquecedoras .
Siguiendo con mi serie de MAdrid ,para mi próxima Exposición la he ambientado en el Conjunto la Rosaleda, Parque del Oeste,Teleférico de la casa de Campo, La Almudena y Templo de Debod.
Recorro esos dulces sabores de la infancia, evoco los domingos con mi familia , de largos paseos, columpios , risas , tartas para merendar… Todo un Manantial sereno, sencillo y auténtico que siempre recuerdo con mucho cariño.
La Imagen Principal es una niña con un vestido en forma de Rosa que se integra con la Rosaleda y el tapiz antiguo de Rosas:
El Teleférico de la Casa de Campo fusionado con La Almudena, una escena que se visualiza desde las alturas de éste.
Parque del Oeste , primer Parque público que se creó en Madrid por el ingeniero agrónomo Celedonio Rodrigáñez y Vallejo, escenario durante 4 años de la Guerra Civil fue una linea de frente , incluso aún conserva retales de una guerra en MAdrid con un restos de Búnquers, se amplió también hacia la Rosaleda, el Parque de la Tinaja y el Templo de Debod, llegando hasta el Paseo del Pintor Rosales y la Estación Norte.
El Templo de Debod es uno de los más visitados por los turistas y por los propios madrileños. Este templo es un monumento de origen egipcio que tiene más de 2.000 años de antigüedad, que fue reconstruido en 1972. Cuatro años antes, el templo fue cedido a Madrid como forma de agradecer el trabajo arqueológico español que supuso el rescate de los templos del Valle de Nubia, que iban a ser arrasados por las aguas de la presa de Assuán. Está dedicado a los dioses egipcios Amón e Isis, y constituye el único templo egipcio que se puede ver en Madrid.
Recomiendo ver la puesta de Sol, o dar un paseo por este enclave único en MAdrid.